lunes, 22 de diciembre de 2014

Los pájaros





Allá lejos entre el final de la puesta del sol
y la quebrada de la medianoche
nos zambullimos al umbral
bajo el fragor del trueno
mientras la voz majestuosa del relámpago
estrellaba su sonido contra las sombras
dando la impresión de ser campanadas de libertad redoblando

Redoblando por los guerreros
cuya fuerza no estriba en pelear
redoblando por los refugiados
en la ruta vulnerable de su fuga
y por todos y cada uno de los soldados
que llevan las de perder esta noche      
y por quienes contemplábamos
las campanadas de libertad redoblando

Cruzando la ciudad
derretida como en altos hornos
mientras las paredes se estrechaban
inesperadamente y ocultando el rostro
vimos cómo el eco de las campanas de boda
se disolvía en las campanas del rayo
antes del aguacero

Tocando para la rebelde, tocando para la perdida
tocando para la desdichada, la abandonada, la que desistió
tocando para las marginadas
que arden constantemente en la hoguera
y para quienes contemplábamos
las campanadas de libertad redoblando

A través del frenético y místico martillear
del granizo feroz
el cielo partió sus poemas con salvaje asombro
y el resonar de las campanas de la iglesia
se apagó a lo lejos en la brisa
dejando sólo el de las campanas del relámpago y su trueno

Resonando para los generosos
resonando para los bondadosos
resonando para los guardianes y protectores de la mente
y para el poeta y el pintor
mucho antes del tiempo que les corresponde
y para quienes contemplábamos
las campanadas de libertad redoblando

Por la indómita noche de la catedral
la lluvia aclaró la farsa
de las siluetas sin rostro, sin ropa y sin argumentos
cantando para aquellas lenguas
sin sitio donde llevar sus pensamientos
siempre menospreciados

Cantando para los sordos y los ciegos
cantando para los mudos
y para las madres solteras maltratadas
para la prostituta denigrada
para los delincuentes menores
perseguidos y encadenados con tretas
y para nosotros que contemplábamos
las campanadas de libertad redoblando

Aunque un telón de nubes blancas
brillaba en la distancia
y la niebla se disipaba hipnótica lentamente
la luz eléctrica seguía dando en el blanco
como flechas disparadas
por aquellos condenados a deambular
a siempre estar a la deriva

Disparadas por los exploradores que buscan una pista
habiéndose quedado sin palabras
por los amantes de corazón solitario y su historia inimitable
y por cada alma gentil e inocente
extraviada dentro de una cárcel
por quienes contemplábamos
las campanadas de libertad redoblando

Como yo lo recuerdo nos sorprendieron riendo
fuimos atrapados por no mirar la hora
por colgados por ingenuos
y nos escuchamos por última vez
y nos vimos por última vez
embelesados
hasta que el ruido cesó

Redoblando por los doloridos
cuyas heridas no pueden ser curadas
para los incontables desorientados, acusados
pisoteados, destrozados o peor
y por cada persona angustiada en cualquier parte del mundo
por quienes contemplábamos
las campanadas de libertad redoblando

Bob Dylan
(1964)