lunes, 28 de abril de 2014

Botas de cuero español




–Me voy navegando, amor mío
me voy navegando muy lejos en la mañana
¿Habrá algo que pueda enviarte a través del mar
desde el lugar donde desembarque?

–No, no hay nada que puedas enviarme, mi amor
nada que esté anhelando poseer
excepto que vuelvas conmigo, a salvo
del otro lado de este océano solitario

–Sólo se me ocurrió que podrías querer alguna cosa linda
hecha de plata o de oro
ya sea de las montañas de Madrid
o la costa de Barcelona

–Mirá, si tuviera las estrellas de la noche más oscura
y los diamantes del más profundo de los océanos
renunciaría a todo ello por un beso tuyo
que es todo lo que deseo tener

–Pero quizá me ausente por mucho tiempo
nomás por eso te pregunto
si hay algo que pueda enviarte para que me recuerdes
para que el tiempo pase más fácilmente

–¿Cómo podés… Cómo podés preguntármelo de nuevo?
Sabés que eso sólo me causa tristeza
y lo mismo que quiero de vos hoy
voy a quererlo también mañana

Cierto día desolado recibí una carta
enviada desde su barco en alta mar
diciendo: “No sé cuando vuelvo
depende de cómo me sienta”

Bueno, mi vida, si pensás eso
de seguro tu mente anda de viaje
y tus pensamientos no están conmigo
sino con el país al que estás yendo

Así que cuidate, cuidate de los vientos del oeste
cuidado con el clima lluvioso
y sí hay algo que podés mandarme:
una botas españolas de cuero español

Bob Dylan
(1963)

Picasso - Friso de los niños
frente a la Catedral de Barcelona

No hay comentarios:

Publicar un comentario