martes, 12 de marzo de 2013

Cuba Debate y Silvio metieron la pata


Con asombro descubro que Cuba Debate también publicó la nota de Santiago Alba Rico colgada días pasados en el blog de Silvio Rodríguez y transcripta aquí para desenmascarar su malicia. La misma se titula “El sucesor de Chávez”, y no es más que una ampulosa secuencia de alegorías en cuyo universo sobresale, por ausente, cierta palabra clave para estos días terriblemente históricos.
 
Desde un punto de vista político –el nuestro– plantear que el sucesor de Chávez es el pueblo venezolano sin mencionar a Nicolás Maduro es de por sí inadmisible, por muy inspirado que sea el cotillón del mensaje. Pero si además observamos que el texto descartó por completo la vasta gama de facultades metafóricas del término “maduro”, se torna evidente que su autor optó por no incluirlo. ¿Cuestión de originalidad? Imposible, pues escribir que “el sucesor es el pueblo” no resulta menos trivial que escribir “el pueblo está maduro”. Entre comisión política y taller literario bien podría negociarse una oración como “el gran pueblo chavista está maduro para sucederlo”.
 
“Hugo Chávez sólo puede ser sustituido por el pueblo de Venezuela, cuya responsabilidad adquiere de pronto dimensiones planetarias. Desde ese mundo árabe que él no supo comprender bien…”, señala con arrogancia el experto, a quien Fidel Castro pusiera en ridículo durante un encuentro sostenido en LaHabana en febrero del año pasado. En España ha proliferado incluso un verdadero movimiento de indignados con Santiago Alba Rico, y uno de sus miembros es Francisco Frutos, ex secretario general del Partido Comunista Español.
 
¿Se puede ser tan idiota como para pensar que Chávez no comprendió que una revolución socialista en el país con las mayores reservas petrolíferas del mundo no tuvo entre sus principales efectos el recrudecimiento de los planes imperiales para recuperar el control absoluto de Arabia?
 
 
 
“Pero sí me gustaría recordar lo que una Europa cada vez menos democrática trata de ocultar a toda costa: que el proceso constituyente de Venezuela, con sus metástasis ecuatoriana y boliviana, con sus instituciones continentales, no sólo configura un proyecto de soberanía regional sin precedentes sino que se toma en serio por primera vez, incluso “formalmente”, esa democracia que los occidentales publicitan con misiles y bombardeos en el exterior mientras se la recortan cada vez más a sus propios ciudadanos”.
 
¿Desechamos “maduro” e insertamos “metástasis”? ¿Qué calaña de musa es esa? ¿Acaso Chávez no tuvo la sabiduría y los huevos necesarios para defender la democracia venezolana borrando de su futuro la incierta y peligrosa consigna “mi sucesor es el pueblo” y designando “formalmente” a Maduro como su heredero?
 
Silvio Rodríguez y Cuba Debate difundieron ambos el falso homenaje de un sospechoso chavista y amigo de Cuba que desde sus copetes intelectuales apoya los “misiles y bombardeos en el exterior” postulando que cuando caen sobre Libia o Siria pueden servir de abono imperial para el florecimiento de sus respectivas “primaveras”.
 
Por cierto, no es el único jardinero que riega estas plantas carnívoras.
 
Por mi parte, comandante, yo te doy una canción, como un disparo, como un libro, una palabra, una guerrilla, como doy el amor.
 
¡Viva Nicolás Maduro!

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